Después de leer una avalancha de noticias y post publicados sobre el Turismo de Salud en España; escuchar unas cuantas entrevistas publicadas en radio, televisión y diferentes canales online; y tras los últimos encuentros mantenidos con gente del sector con motivo de FITUR SALUD, no puedo quedarme de brazos cruzados y quiero compartir mis reflexiones en este post.
Me vienen una y otra vez una serie de preguntas a la cabeza: ¿Hablamos todos el mismo idioma? ¿Trabajamos todos con el mismo objetivo? ¿Sabemos realmente lo que tenemos entre manos? ¿Conocemos realmente el potencial que tiene nuestro país, nuestra región, o nuestro pueblo o ciudad para el Turismo de Salud?
Y digo alto y claro “TURISMO DE SALUD” y no “Turismo Médico”, ni “Turismo Sanitario”, ni “Medicina Turística”.
Nos ha dado últimamente (lo achaco a la falta de conocimiento sobre el sector) por mezclar las churras con las merinas. Pues no, no es lo mismo hablar de Turismo Sanitario, de Turismo de Salud, ni de Turismo Médico y, por supuesto, nada que ver con la Medicina Turística.
Que la Medicina Turística es un sector de crecimiento en España para los hospitales privados y que cada vez se ofrece un mejor servicio al paciente internacional, nadie lo discute. Desde hace muchos años, en las zonas turísticas compiten por ganarse a los turoperadores y a las aseguradoras que han asegurado el viaje de los turistas para que, cuando ocurra algún percance, se les derive a un centro u otro. En esto consiste la Medicina Turística: en atender al turista cuando se pone enfermo o tiene algún percance que afecta a su salud mientras disfruta de sus vacaciones. Por tanto, el turista vino a España con otra motivación muy diferente a la búsqueda de una solución a su problema de Salud, estamos hablando de lo que siempre se ha entendido por turismo, y no de Turismo Médico.
En cambio, cuando hablamos de las personas que viajan de un país a otro para recibir un tratamiento médico basándose en su percepción personal de valor (definición de la MTA), como puede ser operarse de una rodilla, solucionar sus problemas de fertilidad, colocarse implantes dentales…, estamos hablando de Turismo Médico. El objetivo de su viaje es solucionar o consultar su problema de salud.
Sí, Turismo Médico, que es como se conoce internacionalmente, y no Turismo Sanitario como algunos se empeñan en llamar. Seguramente ya no recuerdan que este término se acuñó para denunciar un fenómeno que causaba (y sigue causando en menor medida) un agujero en los presupuestos sanitarios de nuestras Comunidades Autónomas. Me refiero al fenómeno por el cual personas de otros países venían expresamente a ser tratadas gratuitamente en centros de nuestro Sistema Sanitario Público y que, hoy en día, aunque en menor medida, sigue sucediendo. Por tanto, no hablemos de Turismo Sanitario cuando nos referimos al Turismo Médico.
Por último, debemos entender como una oportunidad real de nuestro país para destacar, así que voy a intentar hablar brevemente sobre el TURISMO DE SALUD.
Lo escribo con mayúsculas porque así lo debemos entender. El Turismo de Salud es un término más amplio. La OCDE se hace eco de la definición de Carrera and Bridges (2006, p.447), que define el Turismo de Salud como “la organización de un viaje fuera del lugar habitual de residencia con el fin de mantener, mejorar o recuperar el bienestar físico y mental de una persona”.
Teniendo en cuenta esta definición, debemos entender que el Turismo Médico y el Turismo Wellness o de Bienestar se incluyen dentro de esta definición. Estaríamos hablando de diferentes segmentos, que no los únicos, del Turismo de Salud.
El Turismo de Salud es realmente la joya de la corona por desarrollar en nuestro país. Tenemos todos los ingredientes y de muy buena calidad. Nuestra Industria Turística y nuestra Sanidad se encuentran entre las mejores del mundo, pero aún no destacamos como uno de los primeros destinos de Salud en el Mundo.
¿Por qué?
Son muchas las razones que hemos visto en estos días en los medios. En mi opinión, son muchas cuestiones las que deberíamos analizar y replantearnos para conseguir nuestro objetivo. Pero ¿no creen que para empezar, cuando hablemos de Turismo de Salud, deberíamos hablar todos el mismo idioma?
M. Paz Llorente
Consultora especializada en Turismo de Salud
CEO Medical Key Consulting